En busca del asombro

Santos, pecadores, amantes y tontos guía de accesibilidad

Reunir el mundo, y todas sus maravillas, en una sala: este ambicioso quehacer floreció durante el siglo XVI y se convirtió en actividad de gobernantes educados y humanistas refinados. En los Países Bajos meridionales, la gente rica también quiso demostrar así su éxito y su nueva posición social.

Los coleccionistas aspiraban a reunir y organizar “curiosidades” (caracoles, corales, animales extraños, instrumentos científicos, piedras preciosas, arte de moda y antigüedades) como objetos representativos de mundos conocidos y desconocidos que entonces eran explorados y codiciados por los poderes coloniales.

No obstante, aspirar a poseer las maravillas del mundo parecería un acto supremo de arrogancia, un empeño más bien divino, y estas salas, por lujosas que fueran, no podían otorgar inmortalidad. En este espacio, muchos de los objetos contienen calaveras y esqueletos, símbolos de la fugacidad del tiempo y la vanidad humana: crueles recordatorios de la brevedad de la vida humana sobre la tierra.

Vroeg rijp, vroeg rot;
Vroeg wijs, vroeg zot.

Fruta que pronto madura poco dura;
el sabio que es tonto da la cara pronto.

114. Introducción al Salón de gabinete de curiosidades

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Narradora: Minerales exóticos y mariposas. Intrincadas tallas medievales y antiguas esculturas clásicas. Cuadros que cuentan historias o que presentan un jarrón de hermosas flores que, en realidad, nunca podrían florecer a la vez. Maravillas mecánicas. ¡Hasta un albatros disecado! Este espacio recrea lo que podría sentirse al visitar un gabinete de curiosidades, un salón en la casa de un ciudadano europeo rico donde se exponían estas colecciones. Siéntase en confianza de andar por la sala mientras escucha. Aquí nos habla nuevamente el director del museo, Christoph Heinrich:

Christoph Heinrich: Era casi un teatro del mundo que la gente conocía en aquella época. Por lo tanto, no era solo una colección de muchas cosas diferentes. Era una representación del universo;

Narradora: por supuesto, ¡el universo tal y como lo entendía la persona coleccionista! Los primeros gabinetes de curiosidades aparecieron en los palacios de los gobernantes europeos. En el siglo XVI, los ciudadanos ricos querían sus propias versiones. Los gabinetes estaban organizados en categorías: naturaleza, arte, objetos exóticos de lejos e instrumentos científicos. Las valiosas rarezas que se creían procedentes de bestias míticas eran especialmente populares.

Christoph Heinrich: Un cuerno de unicornio era una pieza maravillosa de cualquier gabinete, o un huevo de dragón, o, bueno, cosas que realmente viven más en el ámbito de la fantasía.

Narradora: Estas colecciones, sin duda, simbolizaban el estatus, demostraban la riqueza de una persona y sus conexiones globales como banquero o comerciante. También permitían entretener a los amigos y estudiosos visitantes con animadas charlas sobre historia, arte, ciencia, naturaleza... ¡las posibilidades eran infinitas!

Christoph Heinrich: Una persona podría mostrar sus conocimientos, pero creo que tal vez también conversaría sobre sus teorías o sus ideas: cómo algo ocurre en la naturaleza y puede reflejarse en el arte.

Definitivamente, estos gabinetes fueron los precursores de los museos modernos y diría que, sobre todo, de la idea del museo enciclopédico: el museo de arte mundial, como lo es el Denver Art Museum, donde se pueden apreciar objetos de culturas muy diferentes y de periodos muy distintos en el tiempo.

Gillis van Tilborgh
South Netherlandish, 1625–1678
Elegant Interior with Twelve Gentlemen Surrounded by Paintings, with a Game of Backgammon at the Center
About 1661
Oil paint on canvas
The Phoebus Foundation, Antwerp
Image © The Phoebus Foundation, Antwerp

La gente del pueblo recién adinerada comenzó a invertir en pinturas. Las colecciones de arte eran prueba tangible de una vida exitosa, no solo porque eran costosas, sino porque denotaban cultura y buen gusto. A los nuevos conocedores del arte, como los que vemos aquí, les gustaba admirar las obras y conversar sobre ellas, y visitaban las galerías de arte de unos y otros (salas llenas de arte desde el piso hasta el techo). Todo coleccionista respetable necesitaba escenas bíblicas y mitológicas, así como algunos retratos, bodegones y uno o dos buenos paisajes. Todos estos géneros se desarrollaron en Amberes en el siglo XVII.

Peeter Neefs II
South Netherlandish, 1620–after 1675
Gillis van Tilborgh
South Netherlandish, 1625–1678
Portrait of an Elegant Couple in an Art Cabinet
1652 and about 1675
Oil paint on canvas
The Phoebus Foundation, Antwerp
Image © The Phoebus Foundation, Antwerp

115. Peeter Neeffs and Gillis Van Tilborch, Pareja elegante en un gabinete de coleccionista, 1652 and c. 1675

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Narradora: Algunas colecciones privadas incluían tanto arte que se podía tener una sala especial para ello, como la que se aprecia aquí.

Christoph Heinrich: Hay una gran variedad de pinturas representadas en esta obra: paisajes, escenas religiosas, bodegones y retratos.

Narradora: Una colección como esta representaba una riqueza considerable.

Christoph Heinrich: Creo que el coleccionismo, entonces y ahora, tenía mucho que ver con el estatus. Una persona establecía su rango en la sociedad al tener no solo una gran casa, sino también, creo, el gusto y el acceso a las fuentes de donde provenían estos objetos –así como el conocimiento, por tanto, para conocer las pinturas, para diferenciar un pintor de otro.

Narradora: También hay espacio para un poco de comedia; después de todo, esto es Flandes. En la esquina inferior izquierda, un perro gruñe a un mono. Un mono es, por supuesto, otra posesión cara y exótica, que podría haber saltado de uno de los cuadros, sobre todo porque los flamencos tenían un dicho: "El arte es el mono (imitador) de la naturaleza".

Originalmente, la escena representaba a cinco hombres examinando y comentando las obras de arte. Pero los borraron y, en su lugar, se añadió a esta pareja. Disfrutan de la colección de arte que quizá hayan comprado en la vida real, ¡o que tal vez solo hayan tenido en sus sueños!

Esta es la última parada del recorrido con audioguía de hoy. Esperamos sinceramente que haya disfrutado de la exposición. Si tomó prestado un dispositivo, por favor devuélvalo en el quiosco al salir.

Anton Günther Gheringh
South Netherlandish, 1630–1668
Interior of the Antwerp Jesuit Church before the Fire of 1718
About 1660
Oil paint on canvas
The Phoebus Foundation, Antwerp
Image © The Phoebus Foundation, Antwerp

En 1615 empezó a construirse una nueva iglesia jesuita en Amberes, y no se escatimaron esfuerzos ni gastos. Peter Paul Rubens proporcionó 39 pinturas monumentales para el techo, pero en 1718 un incendio las destruyó. Solo nos queda imaginar cómo eran las pinturas mediante los estudios preparatorios que sobrevivieron. El dibujo al óleo de la izquierda es uno de los estudios de Rubens, con santa Margarita y el dragón, de cuyo vientre, según la leyenda, ella escapó.

Jan Cossiers, South Netherlandish, 1600–1671
A Young Man Lighting His Pipe (Allegory of Smell)
About 1650
Oil paint on panel
The Phoebus Foundation, Antwerp
Image © The Phoebus Foundation, Antwerp

Es probable que Jan Cossiers pintara esta obra que evoca el sentido del olfato como parte de una serie dedicada a los cinco sentidos. Pero lo que llama la atención es la petulancia del hombre que nos mira, con cierta curiosidad. Si lo imaginamos como el coleccionista de los objetos que hay en esta sala, parecería que está deleitándose en el asombro que espera nos causará su colección. En su mente, sin duda, está en la cima del mundo.

Saints, Sinners, Lovers, and Fools: 300 Years of Flemish Masterworks is co-organized by the Denver Art Museum and The Phoebus Foundation, Antwerp (Belgium). It is presented by the Birnbaum Social Discourse Project. Support is provided by the Tom Taplin Jr. and Ted Taplin Endowment, Keith and Kathie Finger, Lisë Gander and Andy Main, the Kristin and Charles Lohmiller Exhibitions Fund, the Samuel H. Kress Foundation, Christie's, the donors to the Annual Fund Leadership Campaign, and the residents who support the Scientific and Cultural Facilities District (SCFD). This exhibition is supported by an indemnity from the Federal Council on the Arts and the Humanities. Promotional support is provided by 5280 Magazine and CBS Colorado.