Portrait of Kahlo wearing a light-colored headdress that encircles her face. Above her brow is a small portrait of Rivera and flowers along her hairline.

Paisaje sonoro del modernismo mexicano

La exposición Frida Kahlo, Diego Rivera y el modernismo mexicano en el Denver Art Museum brinda a los visitantes la oportunidad de apreciar obras de artistas iconos de la pintura universal que tomaron inspiración en el México posrevolucionario. Además de Kahlo y Rivera, la muestra presenta artistas de la talla de Miguel Covarrubias, Rufino Tamayo, David Alfaro Siqueiros, María Izquierdo, Remedios Varo, por mencionar algunos cuantos. También se incluye imágenes de grandes fotógrafos, entre ellos Manuel Álvarez Bravo, Lola Álvarez Bravo y Nickolas Muray. la muestra brinda la experiencia del sonido de música de la época. Cada selección musical complementa el ambiente de las diferentes secciones de la muestra.

Espero que disfrutes al escuchar esta lista de reproducción que creé en Spotify.

El movimiento artístico conocido como modernismo mexicano surge como resultado de las reformas ganadas con el triunfo de la Revolución (1910-1920). La Constitución de 1917 de los Estados Unidos Mexicanos –nombre oficial del país–, sentó las bases que garantizaban cambios sociales y económicos, especialmente de acceso a la educación, mejoras a las condiciones laborales y de tenencia de la tierra. La Constitución incluyó además leyes que establecían la separación total de Iglesia y Estado. Este nuevo orden trajo cambios en todos los aspectos de la vida cotidiana de México. Las décadas de 1920-1940 estuvieron llenas de una vibrante energía que se hizo visible en las expresiones en el arte y la cultura del país. El escritor y filósofo mexicano, José Vasconcelos, secretario de educación pública en ese entonces, promovió una serie de importantes para dar acceso a la educacion al pueblo que hasta ese entonces era, en su gran mayoría, analfabeta. Una de esas iniciativas fue la de encomendar la creación de murales que plasmaran la historia del país en gran escala (Rivera, Siqueiros y Orozco estuvieron al frente de estos esfuerzos). El objetivo principal de esta acción fue el de fomentar un sentimiento de orgullo e identidad nacional. De forma similar, disciplinas como la arquitectura, la fotografía, la cinematografía, la literatura y la música, también se basaban en las profundas raíces culturales del país y se inspiraron en las tradiciones artísticas del pasado y el prospecto de un futuro mejor.

Retrato de Kahlo lleva puesto un tocado de color claro que le rodea la cara. Por sobre sus cejas hay un pequeño retrato de Rivera y flores en la línea de comienza su cabello.
Frida Kahlo, Coyoacán, Ciudad de México, 1907-1954, Diego en mi mente (autorretrato como tehuana), 1943, Óleo sobre masonita

The Jacques and Natasha Gelman Collection of 20th-Century Mexican Art and the Vergel Foundation and MondoMostre in collaboration with the Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL). © 2020 Banco de México Diego Rivera Frida Kahlo Museums Trust, Mexico, D.F./ Artists Rights Society (ARS), New York. Photo by Gerardo Suter

En cuanto a la música seleccionada para la exposición, el icónico “Huapango Moncayo” da comienzo al recorrido por el arte de los modernistas mexicanos y su época. La obra fue compuesta por José Pablo Moncayo, cuando tenía tan solo 29 años de edad. Mocayo era miembro de la Orquesta Sinfónica de México y alumno de Carlos Chávez, director de la misma. Por encargo de su maestro, José Pablo viajó a Veracruz para estudiar la música de la región. Allí tomó inspiración en los sones populares como "El Siquisiri", "El Balajú" y "El Gavilancito" para crear la que llegaría a ser su obra maestra, “Huapango”, estrenada en el Palacio de Bellas Artes en 1941, bajo la dirección de Carlos Chávez. Huapango Moncayo es una composición muy conocida y amada, que celebra el espíritu mexicano y forma parte del repertorio de orquestras sinfónicas de todo el mundo. Su belleza y notas puramente mexicanas evocan la esencia del país, sus lugares y su gente.

Para la sección de ​Tierra Madre la selección fue “Xochipilli. Una imaginada música azteca”, compuesta por Carlos Chávez, en 1940. El maestro Chávez, mencionado anteriormente, fue un gran compositor que tuvo la oportunidad de viajar a Europa y los Estados Unidos a principios de la década de 1920, allí estuvo expuesto a ideas modernistas. Chávez aplicó estos conceptos y los integró a los sonidos de instrumentos precolombinos en su obra y enseñanzas. Al igual que Rivera, Orozco y Siqueiros en el área del muralismo, Chávez recibió comisiones de Vasconcelos para crear música que inspirara el sentimiento nacionalista posrevolucionario. Estas composiciones fueron incluídas en el repertorio de la Sinfónica Nacional y presentadas en conciertos gratuitos, llevando así, educación musical a gran parte del país.

La selección para Círculos de influencia fue “La Macorina”, interpretada por Chavela Vargas. La letra de la canción deriva de un poema que el español Alfonso Camín escribió a Maria Calvo Nodarse, mujer que fue muy conocida en Cuba por su belleza. Chavela Vargas nació en Costa Rica, pero vivió la mayor parte de su vida en México y se dice tuvo una relación amorosa con Frida Kahlo. Vargas también conoció a Calvo Nodarse en Cuba, donde se familiarizó con la canción y la hizo popular internacionalmente. Su interpretación de la canción, fue notable debido a que Vargas, en su calidad de mujer, se rehusó a cambiar la letra que se dirigía a una amante, también femenina.

En esta misma sección, el Conjunto Jardín interpreta el son jarocho (originario del estado de Veracruz) “La bruja”, cuya letra de doble sentido, cargada de veladas referencias sexuales y que se dice era también una de las preferidas de Frida.

El Corazón modernista musicalmente envuelve a los visitantes con la bella música de la Orquesta Filarmónica de la UNAM que interpreta “Danzón número 2”, compuesto por Arturo Márquez. Es una obra considerada joya de la música mexicana. Aun cuando fue estrenada en 1994, bien pudiera haber sido compuesta en la década de 1940, por sus bellas notas, sabor nacionalista y alcance popular.

Dentro de la sección Real maravilloso, Chavela Vargas acompaña nuevamente al visitante con su poderosa interpretación de “La llorona”, mientras que Patricia Trujano interpreta “Canción mixteca”, escrita por José López Alavez en 1915 y “Dios nunca muere”, vals de Macedonio Alcalá música escrita en 1868 y letra escrita por Vicente Garrido Calderón en 1955. Cada una de estas tres canciones llegan al corazón mexicano en forma directa e inmediata. La “Canción mixteca” se puede considerar el himno no oficial de México. Su letra evoca sentimientos de añoranza que cada mexicano puede sentir al estar lejos de su país, o de conexión que cualquier persona con profundo amor por México puede sentir al escucharla.